Agentes que provocan el estres

Podemos comprobar que existen innumerables agentes externos e internos capaces de producir un impacto en nuestro sistema nerviosos y hormonal, de tal intensidad que son experimentados como distres, no es necesario que el agente desencadenante sea muy poderoso, basta que la respuesta al mismo lo sea. Precisamente esto es lo que nos proporciona una oportunidad, no podemos apenas influir sobre el agente pero siempre podremos hacerlo con la respuesta, podemos intentarlo al menos.
Podemos dividir en clases las causas del estrés aunque esto solo nos proporcionará una idea aproximada, ya que es la combinación de agentes de diversa procedencia lo que acaba provocando respuestas excesivas.
Causas:
  1. Sociales: trabajo, familia, otras relaciones.
  2. Biológicas: enfermedades, acontecimientos ligados a procesos degenerativos.
  3. Climáticas: Frío, calor, etc.
  4. Químicas: alcohol, tabaco, drogas.
Cualquier clasificación es incompleta ya que todas las posibles causas interactúan entre sí produciendo otra combinación causal que también deberíamos incluir y así hasta el infinito.
Sociales.
Todos desarrollamos una personalidad que nos libera y esclaviza a la vez, nos es muy útil porque automáticamente reacciona frente a las situaciones cotidianas adaptándose a ellas sin apenas esfuerzo,  y nos esclaviza porque una vez  que el instinto se encarga de las respuestas las aplica con gran velocidad, aunque no sean adecuadas, y cuesta mucho esfuerzo recuperar el desatino. No hemos tenido un entrenamiento para desarrollar nuestra personalidad como un mecanismo capaz de resolver problemas con eficacia, y de adoptar la solución más adecuada ante la perspectiva que se nos presenta. La personalidad ha sido educada por el palo y la zanahoria, no para elegir entre el palo y la zanahoria, ni para vislumbrar otro horizonte que la rueda de la noria, que gira y no lleva a ninguna parte. Todos tenemos una personalidad pero no es nuestra, nos la han puesto, nos han dicho que pensar, que religión es la verdadera, que sistema político es el mejor, que país es el mejor, que idioma es el mas completo y preciso para expresarse y cual es la mejor literatura, y cual el mejor clima, casualidad el nuestro es el mejor siempre. Todas las personalidades no son exactamente iguales, como no lo son todos los naranjos, existen diferencias debidas a los genes, a variaciones educativas y a rasgos locales propios de cada población, este conjunto de variables facilita el que haya diversos modos de reaccionar frente al estrés.
Nos encontramos con que a nivel social el estrés dependerá del entorno local en que me encuentre y de mi propia personalidad, quedará determinado por lo que sucede y como lo interpreto, cada cultura tiene un patrón de respuestas en relación a la muerte, la enfermedad, el dinero o la familia, ello determinará las respuestas y el nivel de adaptación posible. Cuantas menos opciones tenga: mas estrés, un idioma me esclaviza completamente, ya que solo puedo expresarme o entenderme con el, las sociedades bilingües tienen más opciones, el que añade un tercer idioma a su acervo cultural adquiere más que palabras, se proporciona una visión distinta de los vocablos, la realidad y su significado, el que añade un idioma como lo es la música alcanza perspectivas que otros no pueden ni soñar.
Biológicas:
Con el paso del tiempo a todos los seres humanos nos afectan los procesos relacionados con el desgaste por el uso o sobreuso,  la artrosis y otras patologías de carácter reumático tienden a afectarnos cuando la edad se eleva, son causa naturales que aumentarán nuestra predisposición al estrés ya que disminuyen nuestra capacidad de adaptación y exigen mayor esfuerzo al organismo para realizar cualquier tarea.
Las enfermedades del tipo que sean también exigen al cuerpo un proceso extra de gasto energético para superarlas o adaptarse a ellas, es por ello que suponen una merma en nuestra capacidad de adaptación a procesos que tienen que ver con el estrés.
                   El ejercicio físico de alta intensidad como pueda ser el de preparación para una competición, tanto como el comenzar una practica intensa sin preparación previa, son elementos estresantes que demandarán un esfuerzo de adaptación importante incluso estando muy preparados para ello.
Climáticas.
         El frió, el calor excesivo, el viento, son estresores capaces de hacer reaccionar a nuestro sistema vegetativo produciendo reacciones de estrés, dependerá de cada persona como reaccione ante los diversos elementos, pero sin duda son agentes capaces de impactar nuestro sistema nervioso y generar reacciones inadecuadas.
Químicas.
         Desde la contaminación ambiental, a el polen, pasando por el alcohol, el café, el tabaco y las drogas, podemos observar que hay una gran cantidad de agentes químicos que afectan nuestra capacidad de adaptación al medio favoreciendo la aparición de reacciones desmedidas, que sumadas a otras son capaces de alterar el buen funcionamiento del organismo.

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