La postura ha de ser cómoda, ya que centrar la mente se hace más difícil si hay molestia o dolor.
Sobre uno o más almohadones duros (no sirven los blandos, pero una manta plegada y enrrollada puede servirnos transitoriamente) colocados sobre moqueta, una manta o cualquier superficie sua- ve se sienta uno en la postura del cuarto de loto (pie derecho sobre pantorrilla izquierda) de forma que las rodillas se apoyen firmemente en el suelo.
La columna vertebral recta, la pelvis hacia adelante, la cabeza alta con la nariz levemente hacia abajo .Todo esto es muy importante ya que facilita la circulación del chi o energia vital a traves de la espalda, optimizando así todas las funciones vitales.(Esta cuestión sera ampliamente tratada en el apartado El Yoga Integral )
La mano izquierda sobre la derecha y los pulgares tocándose, todo reposando sobre el regazo.
Los hombros han de estar relajados y "caídos" ( los codos mas hacia las costillas que en el dibujo, también esta bien).
Los ojos cerrados y la lengua contra el paladar, con el rostro distendido.
Hemos de sentirnos sólidamente sentados...como una montaña, plantados aquí y ahora, en la eternidad.
LA RESPIRACIÓN
Respiramos siempre por la nariz!.
La respiración en esta técnica no es espontánea sino voluntaria, lo que nos obliga a controlar el ritmo respiratorio y esto "ata" la mente al "poste" de la respiración.
Esto nos facilita el controlar la mente ya que es mucho mas fácil advertir que esta se ha descentra- do cuando percibimos el cambio en el ritmo respiratorio,(que se hara mas corto y se acelerará ) porque como dicen los tibetanos la mente es el jinete y la respiración el caballo, y como vaya el uno ira el otro.
La inspiración ha de ser a "velocidad normal" aunque más profunda que la espontanea, y luego ex- piramos silenciosamente de un modo algo mas lento en la expiración "espontanea"..
CONCENTRANDO LA MENTE
Meditación 4-8-8
Inspiramos profundamente mientras contamos hasta 4, (aprox. 4 segundos), retenemos contando hasta 8, (aprox. 8 segundos) y exhalamos contando hasta 8, (aprox. 8 segundos).
Esta técnica puede mejorarse gradualmente con un 6-12-12 como evolución de la práctica 4-8-8 y finalmente podemos hacer 8-16-16 (esta última solo la haremos cuando dominemos las anteriores y seamos dhyana yoguis avanzados).
Existe también otra forma de concentración muy efectiva que consiste en concentrar la atención en el tan- tien, también llamado punto hara y que es un punto ubicado tres dedos y medio debajo del ombligo justo detras de la piel.
Mientras estamos sentados en la postura correcta y contamos controlando la respiración pode- mos visualizar un punto de luz pequeño pero muy brillante, como un sol en el punto hara, lo visualizamos y lo sentimos focalizando en el nuestra atención.
Las técnicas respiratorias pueden efectuarse como técnicas únicas o combinarse con la concen- tración en el Hara, quedando esta decisión en manos del practicante, que haría bien en probar las diferentes posibilidades y decidir por si mismo.
Pero tras enunciar lo que se debe hacer (la respiración y la postura), y lo que se puede hacer (con- centrarse en el punto hara), debemos decir lo que no se puede hacer:
Tan importante como todo esto es el no emitir juicios, con lo cual quedan descartados el bien y el mal, el deseo o el rechazo, el ¿será así? o ¿no será así?, el "que lindo es esto" y el "esto no es pa- ra mi", etc., siempre ignorando las preferencias y sin espiritu de beneficio (esto es muy importante y la única actitud verdaderamente correcta) abandonando toda expectativa de beneficio y en completa aceptación.
Este espacio interior de contemplación serena, en perfecta aceptación, es Eso.
Ante los pensamientos solo volvemos a la técnica, sin juzgarlos ni rechazarlos. Estrictamente ha- blando, podemos sentirnos satisfechos y nuestra meditación será efectiva conque solo consiga- mos volver a la técnica cada vez que nos sorprendamos pensando. Este esfuerzo no es tan grande y sus resultados vendrán indefectiblemente si lo practicamos, aunque alguna vez cre- amos que nuestra meditación ha sido mala porque nuestra mente se ha movido mucho.
Dice Swami Sivananda que si una ciudad bulle al atardecer, se va calmando conforme se acerca la medianoche y se silencia en la madrugada, y que igual sucede con la mente durante la meditación.
Cuando recién nos sentamos puede que los pensamientos sean muy poderosos, pero a medida que permanezcamos sentados practicando la técnica, nuestra mente al igual que la ciudad se ira calmando, y cuando consigamos un relativo silencio de los pensamientos y las distracciones en be- neficio d e una mejor concentración, experimentaremos un bienestar y una calma diferentes a todo lo conocido hasta entonces, aunque el bienestar durante la meditación no es el fin último de la misma y sus beneficios mas importantes, inclasificables aunque evidentes, llegaran por si mis- mos a su debido tiempo.
Sin embargo, como decíamos al principio, con la mente calma o con la mente agitada la medita- ción es siempre beneficiosa, y por lo tanto si nos distraemos frecuentemente hemos de evitar juz- gar lo que esta pasando mientras nos ocupamos de volver incansablemente a la técnica y nunca de "pelearnos" con los pensamientos, ya que el solo no pensar no es el verdadero el fin de la me- ditación.
CUANTO Y CUANDO
Antes de explicar este punto diremos que quien quiera multiplicar por 100 el beneficio de la medi- tación (que ya es casi infinito) y sobre todo la rapidez con que estos beneficios se hagan evidentes, haria bien en adoptar la práctica que denominamos "sesión matinal" y que se explica en la sección "Yoga Físico yEnergético" del apartado "El Yoga Integral". aunque la meditación por si misma y sin otras prácticas,(aparte de Sila y Prajña) es suficiente para transformar la vida de cualquiera de mo- do inimaginable.
Se puede empezar con veinte minutos diarios, aunque media hora es el tiempo diario razonable para una práctica adecuada, y cuarenta minutos diarios serían aun mas adecuados (si se hace una segunda meditación al atardecer o antes de acostarse, aunque sea mas corta,la experiencia se multiplica).
Cuanto mas tiempo diario se medite mejor será, siempre y cuando se trabajen también simul- táneamente los otros aspectos de la sadhana comprendidos en Sila y Prajña, de no ser así y si so- lo se practica la meditación, media hora diaria es un limite prudente.
Respecto del cuando diremos que si bien esto depende de la persona y sus disponibilidades, la primera hora de la mañana es un momento excelente.
No obstante otras horas c omo al atardecer o antes de acostarse también pueden ser buenas de- pendiendo de la persona, sus horarios, sus preferencias, etc., pero alejando la meditación de las comidas de modo que la digestión nunca coincida con la meditación.
Un truco Taoista
Aquellos que mediten al levantarse pueden beneficiarse de un"truco" muy efectivo para centrar la mente y es el "ponerse" en respiración yóguica (inspiración mas profunda y expiración algo mas lenta que la espontanea) apenas cobramos conciencia al despertar.
De este modo nos levantamos y pasamos por el baño sin abandonar la respiración yóguica hasta que nos sentamos a meditar, donde la continuamos como parte de nuestra técnica, lo cual hara la meditación mas fácil porque la empezaremos con la mente ya centrada. (La sesión matinal des- crita en "Yoga Físico y energético" es una alternativa aún mucho mejor)
Hemos de señalar finalmente que existe un período llamado brahmamuhurta que se extiende entre las 4.00 y las 6.00AM (hora solar que en invierno sería de 5.00 a 7.00 y en verano de 6.00 a 8.00 hora española) durante el cual la meditación es especialmente efectiva, ya que el esfuerzo de con- centración es notablemente menor, con lo cual conseguimos mejores meditaciones con menor es- fuerzo.
La razón de esta diferencia nos es desconocida pero quien pruebe se asombrará, por lo que recomendamos a quien pueda que utilice este período.