No somos el producto de un acto creador, todo el proceso evolutivo llevó a nuestra especie a dotarse de unos mecanismos de respuesta capaces de adaptarnos al medio en primer lugar y más allá de esto, en segundo lugar de adaptar el medio a nosotros. Lo primero lo hicimos bastante bien, el ser humano evolucionó y se desarrolló ocupando todos los habitats disponibles, adaptándose a ellos, el problema vino cuando comenzamos a modificar el medio de forma que este se adaptara a nosotros , fueron pequeños cambios al principio . Si un poco es bueno más será mejor, esta regla es tan sencilla que no funciona casi nunca, del fuego hemos pasado al cambio climático por exceso de anhídrido carbónico, el hombre ya no cambia su entorno, cambia el clima global del planeta y se pone en peligro a si mismo.
Funcionamos bien mientras nuestras respuestas han de ser inmediatas y producen un efecto local, andamos mal cuando nuestras acciones tienen efectos que se habrán de comprobar a largo plazo y lejos de aquí. Nuestro cerebro de primate está preparado para el ahora, y hay una gran cantidad de acciones que son fascinantes a corto plazo y espeluznantes a medio y largo término.
En este momento ya no es el medio natural el agente causante de estrés, esencialmente porque ese medio ya no existe. Si los estresores auténticos ya no existen, no hemos de preocuparnos han venido a ocupar su lugar multitud de estresores imaginarios y un medio ambiente virtual capaz de afectarnos más que el real. Estamos adaptados a un aire puro, a mirar al horizonte y las estrellas, a consumir alimentos naturales y agua limpia, consumimos alimentos con todo tipo de aditivos, agua clorada, aire acondicionado y una pared es nuestro horizonte cotidiano. ¿De donde vendrá este estrés?.
Funcionamos bien mientras nuestras respuestas han de ser inmediatas y producen un efecto local, andamos mal cuando nuestras acciones tienen efectos que se habrán de comprobar a largo plazo y lejos de aquí. Nuestro cerebro de primate está preparado para el ahora, y hay una gran cantidad de acciones que son fascinantes a corto plazo y espeluznantes a medio y largo término.
En este momento ya no es el medio natural el agente causante de estrés, esencialmente porque ese medio ya no existe. Si los estresores auténticos ya no existen, no hemos de preocuparnos han venido a ocupar su lugar multitud de estresores imaginarios y un medio ambiente virtual capaz de afectarnos más que el real. Estamos adaptados a un aire puro, a mirar al horizonte y las estrellas, a consumir alimentos naturales y agua limpia, consumimos alimentos con todo tipo de aditivos, agua clorada, aire acondicionado y una pared es nuestro horizonte cotidiano. ¿De donde vendrá este estrés?.
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