Para ayudarnos a transformar el sistema de creencias limitantes que nos impide el éxito podemos trabajar con distintas herramientas, bien sea el perdón, las afirmaciones y la gratitud.
Las afirmaciones
¿Cómo transformar ese mundo de miedo en amor? ¿Cómo pasar ese puente? Hay varias maneras. Podemos trabajar con las afirmaciones. Una afirmación es un pensamiento elevado donde nosotros decidimos cambiar esos pensamientos negativos como: “no valgo”, “no sirvo”, “soy pobre”, “soy culpable”; dándoles la vuelta y transformándolos en una afirmación. “Yo soy poderoso, soy la fuerza creadora de mi vida”. Cuando nosotros trabajamos esta afirmación asumimos la responsabilidad de ser las fuerzas creadoras de nuestra vida, tanto de lo positivo como de lo negativo.
Porque ¿qué pasa?, cuando las cosas nos salen bien pensamos: “eso lo creé yo”; pero cuando salen mal decimos: “eso me lo hizo mi pareja, el vecino, el gobierno”. Entonces cuando yo trabajamos la afirmación “Yo soy la fuerza creadora de mi vida” asumimos la responsabilidad y somos nosotros quienes creamos lo bueno de nuestras vidas y también somos quienes crean lo que no nos gusta de nuestras vida. Así asumimos responsabilidad por nuestros pensamientos. Si empezamos a cambiar esos pensamientos, vamos a sustituir el sistema limitante de creencias.
El perdón
El perdón es el tratamiento para sanar ese sistema de creencias, lo que está en el consciente y subconsciente. En el consciente está solo el 10% pero lo que está en el subconsciente representa el 90% de lo que pensamos. Se trata de la estructura de pensamientos, el sistema de creencias que ignoramos su presencia pero que produce resultados.
El perdón es el cambio y limpieza de esos pensamientos de tal manera de poder alinearnos con nuestra verdad, con lo que somos. Es la liberación porque mientras nosotros estamos anclados en el resentimiento nuestra mente y nuestra energía están puestas en el pasado; de tal manera que la libertad creativa está presa allí. El resentimiento no nos permite crear, producir.
El perdón no quiere decir que los demás no van a asumir la responsabilidad por sus actos. El perdón es ver el aprendizaje, la enseñanza; por qué yo atraje esa persona o situación a mi vida –si yo soy la fuerza creadora, para algo yo lo atraje- y trabajando con el perdón yo libero y dejo partir el resentimiento, la rabia, la desesperanza, la depresión.
Cada vez que nosotros sintamos que tenemos un bajón de energía, vamos a liberarlo.Agarramos papel y lápiz y comenzamos a escribir todo eso que estamos sintiendo. Hay muchas maneras de perdonar, pero esta es una de las más fáciles y efectivas. Es la “carta de liberación”. Uds. toman lápiz y papel para escribir todo eso que sienten y después lo purifican a través del fuego quemando la carta. Después de trabajar algo con una carta de liberación no deben dejar esos papeles por ahí guardados, porque igual toda esa energía puesta en el papel se va a quedar cerca de ustedes produciendo resultados. Cuando nosotros llevamos las cartas al fuego purificamos esa mezcla de emociones, sentimientos y pensamientos; dejándolos partir, lo liberamos. Estamos perdonando.
Nos liberamos cuando nosotros soltamos la culpa, acusación, suposiciones. Pasamos mucho tiempo suponiendo. “¿Será que me dijo esto por aquello o lo otro?, ¿Qué hubiera pasado si...?” Vamos a dejar las suposiciones, cada quien sabe por qué hace lo que hace ¿no es así?.
Nos liberamos cuando dejamos los juicios, primero los juicios a nosotros mismos, porque con la misma vara que midas serás medido; es decir, lo mismo que yo veo en el otro lo veo en mí. Y eso es un juicio.
Dejar partir la culpa, es liberarse. La culpa es horrible. Sentirnos culpables por lo que hacemos y por lo que no hacemos también; eso hay que dejarlo para saber que somos inocentes.
Es bien importante dejar atrás las expectativas, porque generalmente cuando nosotros tenemos muchas expectativas de las cosas tendemos a decepcionarnos porque las cosas no salen como lo esperábamos.
Hay que conectarse con esos pensamientos de amor porque son lo que nos van a dejar libres para poder lograr esos sueños que siempre hemos tenido y poder crear esa vida que nos merecemos.
El agradecimiento
Otra manera de sustituir este sistema de creencias es el agradecimiento. El agradecimiento es ese acto de humildad ante la grandeza de la vida. Saber que la vida se abre caminos ante nosotros, así no los vea o no lo crea.
La persona agradecida es la persona feliz. En palabras de Lair Ribeiro, el éxito es lograr lo deseado mientras que la felicidad es estar satisfecho con lo que ya se tiene. Hay que ser feliz para alcanzar el éxito. Si yo estoy satisfecho con lo que tengo ahora eso me da un espacio de tranquilidad interior para poder seguir trabajando por lo que quiero. Así que empieza a agradecer. Todo el que tenga trabajo comience a agradecer el día porque tiene su trabajo, y dar lo mejor de sí. Agradecer porque tiene su hogar, su familia, porque está en este país donde estamos aprendiendo cada día y en el que en este momento se impone la solidaridad.
El hecho de que estemos satisfechos y agradecidos con lo que tenemos ahora no quiere decir que no queramos que en el futuro esa situación sea mejor o que cambie. Pero por lo menos, de momento, hay que tener esa aceptación y dejar los apegos a las personas, a las circunstancias, a las situaciones en este momento.
Mientras nosotros nos conectamos con esa energía de agradecimiento y dejamos atrás la queja ¿qué va a pasar? Van a comenzar a producirse milagros en nuestras vidas con el agradecimiento. Son cosas tan sencillas, pero como siempre nos han dicho que el éxito es lucha no las hacemos. ¿Por qué no lo hacemos? Porque eso es muy fácil y si es tan fácil yo no lo voy a hacer. Hagan la prueba; estas herramientas funcionan hasta para las personas que no creen. Hay que ponerlas en acción. Háganlas. Actúen. Escriban. Es facilito. Pregúntense cada vez que les pase algo, por qué yo creé esto, y allí lo van liberando.
Por ultimo, la oración. Que bueno es conectarnos con la oración. Es saber que si nosotros tenemos fe, es saber que Dios está dentro de nosotros y Dios siempre nos abre una puerta. A veces esa puerta no nos va a gustar porque no era lo que queríamos, pero al final nos daremos cuenta que Ésa era La Puerta.
Entonces, la oración, la afirmación, el perdón, el agradecimiento son los pasos muy sencillos, fáciles para nosotros ir transformando nuestra vida. No necesitamos “iluminados”, nosotros somos Hijos de Dios, ese poder de cambio está dentro y solo hace falta que lo usemos.
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